martes, 26 de mayo de 2009

Proyecto de Dante Gullo: Diputados nacionales expresan su repudio ante la nueva agresión sufrida por Agustín Rossi

Diputados nacionales del Frente para la Victoria repudiaron hoy la nueva agresión sufrida por el diputado nacional y Presidente del Bloque del Frente para la Victoria de la HCDN, Ingeniero Agustín Rossi, en la ciudad de Reconquista, Provincia de Santa Fe.

Por medio de un Proyecto de Declaración los legisladores rechazaron de manera enfática el accionar violento “a manos de un reducido pero grupo de presuntos productores ‘autoconvocados’ de la localidad de Malabrigo, en ocasión de hallarse el diputado realizando y discutiendo propuestas superadoras con autoridades municipales y fuerzas vivas de aquella ciudad”.

Además, expresaron que “hechos de este tipo no sólo atentan contra el pueblo en la figura de sus representantes democráticamente electos sino que contradicen los valores y las metodologías propias del Estado de Derecho, que alientan el pluralismo y sus distintas expresiones siempre que los mismos se realicen en el marco de la tolerancia a las diferencias, mediante formas no violentas, y con respeto irrestricto a las instituciones políticas surgidas de la soberanía popular, privilegiándose en todos los casos el principio de resolución pacífica de los conflictos”.

El Proyecto, del cual es autor el diputado Juan Carlos Dante Gullo y lleva las firmas de María Lenz, Nelio Higinio Calza, Ariel Pasini, Carlos Kunkel, Remo Carlotto, Fabiola Bianco, Diana Conti y Gloria Bidegain, todos integrantes del Bloque del Frente para la Victoria, dispone “reivindicar y desagraviar la figura del diputado nacional Agustín Rossi, quien como hombre cabal, demócrata de fuste y representante popular, continúa recorriendo su Provincia –Santa Fe- , en defensa de las ideas políticas y proyectos que como presidente del bloque de la mayoría ha defendido con ahínco en la HCDN, privilegiando en todos los casos el interés general y el bien común, por encima del de las minorías del privilegio”.

En el mismo, se exhorta “a las autoridades competentes a fin de que promuevan la investigación judicial y la condigna sanción de los responsables de las inaceptables agresiones padecidas por el diputado”.

Por último, los diputados nacionales llamaron “a la reflexión y a la serenidad a los representantes de ciertos sectores de la dirigencia agropecuaria de nuestro país, los que consecuentes con su pasado golpista, alientan actitudes destituyentes claramente reñidas con la letra y el espíritu de la Constitución Nacional y las leyes vigentes, a sabiendas de su condición minoritaria y antipopular”.


A continuación, el texto completo del Proyecto de Declaración
PROYECTO DE RESOLUCION

La H.Cámara de Diputados de la Nación,

RESUELVE:

1)Repudiar la nueva agresión sufrida el día 22 de Mayo de 2009 por el diputado nacional y Presidente del Bloque del Frente para la Victoria de la HCDN, Ingeniero Agustín Rossi, en la ciudad de Reconquista, Provincia de Santa Fe, a manos de un reducido pero violento grupo de presuntos productores ‘autoconvocados’ de la localidad de Malabrigo, en ocasión de hallarse el diputado realizando y discutiendo propuestas superadoras con autoridades municipales y fuerzas vivas de aquella ciudad.
2)Reiterar su enfático rechazo a la violencia desplegada contra el diputado Rossi, en el entendimiento de que hechos de este tipo no sólo atentan contra el pueblo en la figura de sus representantes democráticamente electos sino que, además, contradicen los valores y las metodologías propias del Estado de Derecho que alientan el pluralismo y sus distintas expresiones siempre que los mismos se realicen en el marco de la tolerancia a las diferencias, mediante formas no violentas, y con respeto irrestricto a las instituciones políticas surgidas de la soberanía popular, privilegiándose en todos los casos el principio de resolución pacífica de los conflictos.


3)Reivindicar y desagraviar la figura del diputado nacional Agustín Rossi, quien como hombre cabal, demócrata de fuste y representante popular, continúa recorriendo su Provincia –Santa Fe- , en defensa de las ideas políticas y proyectos que como presidente del bloque de la mayoría ha defendido con ahínco en la HCDN, privilegiando en todos los casos el interés general y el bien común, por encima del de las minorías del privilegio.
4)Exhortar a las autoridades competentes a fin de que promuevan la investigación judicial y la condigna sanción de los responsables de las inaceptables agresiones padecidas por el diputado Rossi.
5)Llamar a la reflexión y a la serenidad a los representantes de ciertos sectores de la dirigencia agropecuaria de nuestro país, los que consecuentes con su pasado golpista, alientan actitudes destituyentes claramente reñidas con la letra y el espíritu de la Constitución Nacional y las leyes vigentes, a sabiendas de su condición minoritaria y antipopular.


FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

El diputado nacional y Presidente del Bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, fue víctima de un nuevo atentado por el que tuvo que volver a sufrir en carne propia una sucesión de actos de violencia por parte de un grupo de personas que aparentemente eran productores rurales ‘autoconvocados’ de la localidad de Malabrigo, mientras el diputado se encontraba visitando la ciudad santafesina de Reconquista a fin de discutir con autoridades municipales y miembros de las fuerzas vivas de la zona, políticas superadoras que lleven soluciones a las problemáticas planteadas por aquellas, integradas por ruralistas y trabajadores del campo, entre las que se incluían cuestiones vinculadas con la mejora de la producción y la concreción de distintos tipos de ayudas y subsidios para los afectados.

El hecho de violencia tuvo lugar cuando el diputado salía de una de las reuniones previstas, ocasión en la que recibió un violento ataque con huevos y bosta de ganado, el que fue dirigido contra su persona y contra su automóvil, que también sufrió las consecuencias del vandalismo de los ‘autoconvocados’.


En relación a los acontecimientos descriptos, cabe reiterar la opinión de la diputada nacional Silvia Vázquez -integrante de la Mesa Federal del Partido de la Concertación-, cuando Rossi fuera agredido en Laguna Paiva en el pasado mes de Febrero: “La protesta no fue espontánea sino premeditada, porque los agresores eran de otras ciudades y Rossi estaba reunido con el intendente de esa ciudad y con gente del campo. Hechos como este pueden reconocer su origen en los discursos encendidos y agraviantes hacia las instituciones, proferidos por los De Angeli, Buzzi, Azpeolaga, Llambías, los cuales algunos medios masivos propagan hasta el hartazgo “ (P12, 3/2/09).
Al igual que entonces, los agresores no eran del lugar y parecían cumplir con un rito claramente premeditado y perfectamente organizado.

En consonancia con lo anterior, vale hacernos las siguientes preguntas: ¿qué razones pueden esgrimir los aparentes productores rurales que agredieron al legislador Agustín Rossi, cuando este se hallaba impulsando, gestionando y concretando subsidios y políticas superadoras para distritos rurales que, sin ningún tipo de dudas, los benefician , y más aún , cuando en las sucesivas reuniones realizadas en el lugar, cientos de personas se avinieron a discutir democráticamente las propuestas llevadas por el diputado? ¿Qué sentido tiene el ejercicio de la violencia en un sistema democrático cuyas autoridades se renuevan periódicamente de acuerdo con la voluntad popular? ¿Cuándo sólo falta 1 mes para que se realice un proceso electoral de carácter nacional que, de acuerdo a sus resultados, expresará nuevamente la voluntad popular, fuente de la soberanía política en un sistema democrático? ¿Cuál es la explicación?

Porque, señores diputados, estimados pares, la violencia política gratuita en el marco del sistema democrático no sólo necesita una explicación sino que imperiosamente la exige.

Para acceder a una explicación -cuya brevedad no inhibe su claridad ni su certeza-, recurrimos a un par de párrafos escritos por Raúl Dellatorre: “Desde hace ya casi un año, se sabe que dentro del sector rural hay quienes defienden los intereses de los grupos de la producción más concentrados con diversas expresiones de violencia. Se vio el año pasado en Jesús María o en Laboulaye, ambos en la provincia de Córdoba, donde en más de una oportunidad los piquetes en la ruta se convirtieron en combates a palazos con quienes se resistían a ser detenidos. Los mismos productores de Quimili, en Santiago del Estero, nucleados en el Mocase, cruzaban el piquete de la ruta 36 ‘custodiando’ con sus militantes el furgón en el que reparten sus productos elaborados fuera de la localidad. Ya entonces denunciaron la presencia de grupos armados ‘pagados’ por los principales ‘ pooles sojeros’ del norte cordobés. No son mayoría, ni los más representativos. Pero existen y actúan, y cuando lo hacen y cometen algún atropello, como el de ayer, las ‘condenas’ de la dirigencia son tan tímidas que se parecen a una justificación” (Diario Página 12, 3/2/09).
Valgan como ejemplo, las expresiones justificatorias de algunos dirigentes de conocida mesa de enlace y de las agrupaciones que representan, como las del presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti y las de su aliado Alfredo de Angeli, las que a esta altura de las circunstancias no pueden pecar de ingenuidad sino que traducen una verdadera vocación antidemocrática, antipopular y destituyente, a sabiendas de que por el camino de las urnas jamàs tendrán éxito las políticas de las minorías del privilegio que ellos representan.

Lo cierto es que en la Argentina existe un conflicto entre dos visiones o modelos de país que se podrían resumir en la consigna “Individualismo vs. Solidaridad”.
Y el epicentro de este conflicto, en la actualidad se dá en lo que hace a la apropiación por parte del Estado de un porcentaje de las rentas extraordinarias de la producción agroexportadora en el entendimiento de que quienes más ganan deben contribuir a resolver las acuciantes necesidades de los sectores más vulnerables. Conflicto que podría resolverse, al menos parcialmente, a través de un diálogo constructivo.
Sin embargo, son los violentos quienes, en palabras de Dellatorre, “van definiendo el tono de la disputa”. Afirma Dellatorre: “Mario Llambías se envalentona detrás de estas manifestaciones y pide renuncias, desde su posición de poderoso terrateniente, a un gobierno elegido por el voto popular. Alfredo De Angelis se monta sobre estos desbordes y anuncia otros futuros, mientras se hace tiempo para participar en el repudio a la planta de Botnia, pero dice no tener “la menor idea” sobre las consecuencias de rociar de glifosfato a las poblaciones rurales cercanas a los campos donde se multiplica la soja. Por mezquindad, desinterés o definición política, el camino elegido por la dirigencia rural no es el del diálogo (…) Ahora se vive el drama de la sequía, que barre con rodeos completos de hacienda, arruina los suelos quién sabe si sólo por una campaña o más, y va a dejar un tendal de quiebras, sobre todo entre los productores pequeños, con menos espaldas. Pero la mezquindad de la dirigencia sigue siendo la misma. O peor, porque en año electoral, varios coquetean con los políticos de la oposición y sus tentadoras candidaturas con formato de zanahoria” .

Lo cierto es que promover, justificar o ejercer actos de violencia para la resolución de conflictos en un sistema democrático, independientemente del esquema de valores o de la ideología que cada uno sostenga, nos retrotrae a los tiempos donde los golpes de Estado y las dictaduras militares sustituían , a sangre y espada, la soberanía popular y la regla de las mayorías, y, como mínimo potencialmente, pone en serio riesgo la Salud Republicana de la Nación.

Esta nueva agresión –la tercera- sufrida por el diputado Agustín Rossi fue realizada en el contexto descripto en los párrafos anteriores. Y debe ser repudiada por todos los representantes de los ciudadanos independientemente de sus banderías políticas.
Su reiteración, como así también la de su `’modus operandi’, resulta sumamente preocupante, y no debemos subestimarla como método de acción violenta con el que se prentende reemplazar las reglas de juego de la democracia, siempre pacíficas y consensuadas.

Por ello el Parlamento, en este caso a través de la HCDN, debe plantear enfáticamente su voz de alerta, repudiando categóricamente los hechos, reivindicando y desagraviando a la víctima en su condición de representante del pueblo, rechazando las acciones de aquellos que instigan o avalan tales hechos a fin de lograr por medios violentos lo que no pueden lograr a través de los votos, e instando a las autoridades competentes a fin de que promuevan las investigaciones judiciales y las sanciones ejemplares que al tiempo de aplicar todo el peso de la ley , no beneficien con la impunidad a sus responsables y eviten su reiteración en el futuro.

Por estas razones solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Resolución.

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