El peronismo sigue dando señales de vida cada vez más evidentes. Esta vez la cita tuvo el formato de Cabildo Abierto y se produjo en el club Unidos (¿premonición o expresión de deseos?) de Pompeya. Hubo de todo: liturgia, bombo, mística y hasta variados abrazos entre antiguos enemigos, hoy sumidos en el intento de ser una alternativa ganadora en 2011.
Entre 2.000 y 2.500 militantes se reunieron en el tradicional reducto boxístico, en el que esta vez no hubo riña. Divididos en casi 20 comisiones, dirigentes y militantes le dieron forma al esbozo de una propuesta para gobernar la ciudad.
Las conclusiones fueron leídas luego, frente a una entusiasta concurrencia, que no dejó de lado ni uno solo de los ritos tradicionales tan caros al corazón peronista. Esto quiere decir que los bombos atronaron, pero sin tapar las voces del diálogo; que los cánticos fueron mordaces, como siempre, pero sin molestar a los amigos y a los aliados y que la marcha peronista se cantó desde el principio hasta el final. Completa.
Entre los presentes predominaba la alegría, una actitud que no fue una constante en el peronismo/kirhnerismo porteño de los últimos años. La sensación, quizás exagerada, era que si es posible la unidad ya no es necesario ir por el 25 por ciento para colaborar con el triunfo nacional en octubre de 2011, si no que hasta la victoria en el distrito porteño es posible.
Más allá de las palabras y de las sensaciones, el senador Daniel Filmus, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el diputado Juan Carlos Dante Gullo, el legislador porteño Juan Cabandié, los secretarios de Estado Guillermo Oliveri, Jorge Coscia, Kelly Olmos, Claudio Morresi, Juan Pablo Schiavi y Abel Fatala y los dirigentes Héctor Fernández, Quito Aragón, Enrique Masllorens, Andrés Larroque, Carlos Montero, Claudio Heredia, Raúl Garré, Roberto Digón y Tito Ypas, fueron los que subieron al escenario mientras un locutor leía el documento final, el que expresó la síntesis de la jornada.
Desde la platea, mientras tanto, escuchaban algunos de los aliados con los que el peronismo conformará el frente electoral. Carlos Heller, María José Lubertino y Raúl Rabanaque Caballero no se perdieron una palabra del documento final del encuentro.
La carta pública comenzó haciendo un parangón de la movilización que protagonizó el pueblo por los actos en recordación del Bicentenario con las que se produjeron el 17 de octubre de 1945 y el 17 de noviembre de 1972. “Otras vez el subsuelo de la patria”, compararon.
“El peronismo es la fuerza política más importante de la Argentina en el segundo siglo de nuestra patria y la vigencia de su doctrina y el ejemplo de vida de Juan y Eva Perón le siguen imprimiendo el enorme vigor que alimenta su capacidad de transformación de la realidad nacional”.
Luego de recordar que el 25 de mayo de 2003 “volvimos a nuestra identidad”, el documento puso el acento en los cambios que produjeron los gobiernos que lideraron Néstor Kirchner en el pasado y Cristina Fernández en el presente, “de magnitud revolucionaria”, acotaron, tras los traumáticos días de diciembre de 2001.
Daniel Filmus, destacó que “ésta es una reunión que va más allá del PJ”, es decir, que convoca “a otras fuerzas políticas que puedan conformar un frente muy amplio, como el que hace falta llegar al gobierno y luego llevar adelante las transformaciones que la ciudad necesita”.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, definió que “la razón de ser de esta convocatoria es llamar a un Cabildo Abierto donde todo el peronismo, todos los militantes barriales, de organizaciones sociales y de organizaciones sindicales puedan participar en un debate sobre las políticas que es necesario llevar a cabo en una ciudad que ha sido abandonada y despreciada. Hay que hacer un gran esfuerzo para que la ciudad forme parte del proyecto nacional y popular”.
Guillermo Oliveri, un dirigente de la vieja guardia del peronismo porteño, que fue concejal, diputado y actualmente es funcionario de la Cancillería, expresó que “la reunión es para tratar de unificar a todos los sectores del peronismo de la Capital, aliados con los compañeros y compañeras que trabajan fuera del peronismo, pero apoyan al gobierno nacional y poder construir una alternativa de poder importante en Buenos Aires el año próximo y aportar desde aquí al proyecto nacional”.
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi manifestó que “de aquí saldrán las cosas que necesitaremos el año que viene para tener una buena oferta electoral. Primero, necesitamos saber nuestro plan de gobierno y hoy hemos trabajado mucho en eso, porque no solamente debemos expresar lo que no nos gusta de Macri, sino que debemos definir el proyecto de ciudad que queremos. Segundo, hay que recuperar el espíritu que se vivió el último fin de semana, en el que todos, masivamente, salimos a la calle, entendiendo que a veces hay que dejar de lado el individualismo y las cuestiones personales para construir el proyecto de todos”.
Las conclusiones fueron leídas luego, frente a una entusiasta concurrencia, que no dejó de lado ni uno solo de los ritos tradicionales tan caros al corazón peronista. Esto quiere decir que los bombos atronaron, pero sin tapar las voces del diálogo; que los cánticos fueron mordaces, como siempre, pero sin molestar a los amigos y a los aliados y que la marcha peronista se cantó desde el principio hasta el final. Completa.
Entre los presentes predominaba la alegría, una actitud que no fue una constante en el peronismo/kirhnerismo porteño de los últimos años. La sensación, quizás exagerada, era que si es posible la unidad ya no es necesario ir por el 25 por ciento para colaborar con el triunfo nacional en octubre de 2011, si no que hasta la victoria en el distrito porteño es posible.
Más allá de las palabras y de las sensaciones, el senador Daniel Filmus, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el diputado Juan Carlos Dante Gullo, el legislador porteño Juan Cabandié, los secretarios de Estado Guillermo Oliveri, Jorge Coscia, Kelly Olmos, Claudio Morresi, Juan Pablo Schiavi y Abel Fatala y los dirigentes Héctor Fernández, Quito Aragón, Enrique Masllorens, Andrés Larroque, Carlos Montero, Claudio Heredia, Raúl Garré, Roberto Digón y Tito Ypas, fueron los que subieron al escenario mientras un locutor leía el documento final, el que expresó la síntesis de la jornada.
Desde la platea, mientras tanto, escuchaban algunos de los aliados con los que el peronismo conformará el frente electoral. Carlos Heller, María José Lubertino y Raúl Rabanaque Caballero no se perdieron una palabra del documento final del encuentro.
La carta pública comenzó haciendo un parangón de la movilización que protagonizó el pueblo por los actos en recordación del Bicentenario con las que se produjeron el 17 de octubre de 1945 y el 17 de noviembre de 1972. “Otras vez el subsuelo de la patria”, compararon.
“El peronismo es la fuerza política más importante de la Argentina en el segundo siglo de nuestra patria y la vigencia de su doctrina y el ejemplo de vida de Juan y Eva Perón le siguen imprimiendo el enorme vigor que alimenta su capacidad de transformación de la realidad nacional”.
Luego de recordar que el 25 de mayo de 2003 “volvimos a nuestra identidad”, el documento puso el acento en los cambios que produjeron los gobiernos que lideraron Néstor Kirchner en el pasado y Cristina Fernández en el presente, “de magnitud revolucionaria”, acotaron, tras los traumáticos días de diciembre de 2001.
Daniel Filmus, destacó que “ésta es una reunión que va más allá del PJ”, es decir, que convoca “a otras fuerzas políticas que puedan conformar un frente muy amplio, como el que hace falta llegar al gobierno y luego llevar adelante las transformaciones que la ciudad necesita”.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, definió que “la razón de ser de esta convocatoria es llamar a un Cabildo Abierto donde todo el peronismo, todos los militantes barriales, de organizaciones sociales y de organizaciones sindicales puedan participar en un debate sobre las políticas que es necesario llevar a cabo en una ciudad que ha sido abandonada y despreciada. Hay que hacer un gran esfuerzo para que la ciudad forme parte del proyecto nacional y popular”.
Guillermo Oliveri, un dirigente de la vieja guardia del peronismo porteño, que fue concejal, diputado y actualmente es funcionario de la Cancillería, expresó que “la reunión es para tratar de unificar a todos los sectores del peronismo de la Capital, aliados con los compañeros y compañeras que trabajan fuera del peronismo, pero apoyan al gobierno nacional y poder construir una alternativa de poder importante en Buenos Aires el año próximo y aportar desde aquí al proyecto nacional”.
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi manifestó que “de aquí saldrán las cosas que necesitaremos el año que viene para tener una buena oferta electoral. Primero, necesitamos saber nuestro plan de gobierno y hoy hemos trabajado mucho en eso, porque no solamente debemos expresar lo que no nos gusta de Macri, sino que debemos definir el proyecto de ciudad que queremos. Segundo, hay que recuperar el espíritu que se vivió el último fin de semana, en el que todos, masivamente, salimos a la calle, entendiendo que a veces hay que dejar de lado el individualismo y las cuestiones personales para construir el proyecto de todos”.
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