El diputado nacional Juan Carlos Dante Gullo presentó ante el Congreso de la Nación un Proyecto de Declaración en el que expresa “Su hondo pesar por el reciente fallecimiento de la Sra. BLANCA DE CABO, - compañera inseparable de Don ARMANDO CABO -, acaecido el 30 de Julio de 2009, que nos ha privado de la edificante presencia de quien en vida fuera un símbolo de la causa Peronista a la que abrazó desde su fundación, como herramienta de transformación al servicio de los intereses nacionales y populares”.
El Proyecto, que también lleva las firmas de Diana Conti, Lía Fabiola Bianco, Edith LLanos, Miguel Angel Iturrieta y César Di Tullio, destaca “Su convicción de que el recuerdo de su trayectoria y compromiso con la causa del Pueblo servirá de bandera y ejemplo para las nuevas generaciones cuyos ideales se identifiquen con la construcción de una Patria libre, justa y soberana”.
Además, expresa “Sus más sinceras condolencias a la familia y amigos de la Sra. BLANCA DE CABO, quienes por estas horas sufren sin consuelo tan irreparable pérdida”.
El 30 de julio de 2009, a los 93 años, falleció Blanca de Cabo, una querida y reconocida dirigente peronista, que dedicó su vida a la militancia. Fue esposa del dirigente metalúrgico Armando Cabo, de reconocida trayectoria en tiempos de la resistencia. Su hijo Dardo Cabo es recordado por la epopeya de hacer flamear la bandera argentina en las Islas Malvinas en 1966.
Leal y comprometida, Blanca Cabo conoció a Perón antes de que exista el peronismo. Se identificó rápidamente con el por entonces coronel Perón, no sólo por el amor compartido a la Patria sino también por su común afición por el deporte y su primer encuentro se produjo precisamente en el ámbito del Club Hípico Argentino.
Una vez le dijo a Perón: -¿Sabe que habla muy bien, coronel? Si usted obra como habla, un día en vez de rosista voy a ser peronista. Luego, Blanca Cabo sería peronista por el resto de su vida.
Blanca fue la esposa y compañera inseparable del dirigente Armando Cabo, uno de los fundadores del gremio metalúrgico y representante del mismo en los primeros encuentros de la recién fundada CGT. Armando Cabo tuvo una relación tan profunda con el General Perón que éste le asignó el cuidado de la mismísima Evita, para que la asista en su tarea política cotidiana. Blanca destacaba que “Perón sabía que Armando era un hombre derecho, fiel y respetuoso, por eso la acompañó durante 4 años”.
Desde el exilio en España, Perón designó a Blanca de Cabo como cuarta candidata a diputada para que acompañe a Frondizi. Pero ella lo convenció para que desista de esa designación ya que pretendía algo más simple y, finalmente, fue concejal, en el marco de unas elecciones nacionales con la proscripción formal del peronismo, pero en base al pacto con Frondizi y la orden del General Perón para que se lo vote, aquel candidato alcanzó el triunfo.
Su hijo, Dardo Manuel Lito Cabo, también abrazó la causa peronista. Fue un destacado militante político y periodista: dirigió la revista El Descamisado y, en 1961, creó el Movimiento Nueva Argentina (MNA). Dardo Cabo también es recordado por haber encabezado, junto a otros jóvenes militantes, el operativo Cóndor, que se realizó en 1966 para reivindicar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. El operativo consistió en el apoderamiento de una aeronave que aterrizó en las islas Malvinas, donde Dardo Cabo y el grupo que integraba, plantaron la bandera argentina e hicieron pie como reivindicación histórica, política y geográfica de los territorios irredentos usurpados por Inglaterra. A principios de 1977, fue asesinado por la dictadura militar genocida.
Blanca Cabo fue un símbolo de la causa Peronista a la que abrazó desde su fundación, como herramienta de transformación al servicio de los intereses nacionales y populares. Como ella misma expresó: “Yo quiero que mi Patria, la República Argentina, sea libre y soberana, y si vos tenés una idea que suma a ese poquito que yo tengo, vos para mí sos Dios ¿Te das cuenta? Ese es el amor que yo tengo por mi país”.
El recuerdo de su trayectoria y compromiso con la causa del Pueblo servirá de bandera y ejemplo para las nuevas generaciones cuyos ideales se identifiquen con la construcción de una Patria libre, justa y soberana.
Con la muerte de Blanca de Cabo no solo se va un ser entrañable y querido. Parte un segmento muy rico de nuestra historia política, caracterizada y enriquecida por la pasión, la lealtad y un compromiso inclaudicable.
A continuación el texto completo del Proyecto:
PROYECTO DE DECLARACION
LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION,
DECLARA:
1-Su hondo pesar por el reciente fallecimiento de la Sra. BLANCA DE CABO, - compañera inseparable de Don ARMANDO CABO -, acaecido el 30 de Julio de 2009, que nos ha privado de la edificante presencia de quien en vida fuera un símbolo de la causa Peronista a la que abrazó desde su fundación, como herramienta de transformación al servicio de los intereses nacionales y populares.-
2- Su convicción de que el recuerdo de su trayectoria y compromiso con la causa del Pueblo servirá de bandera y ejemplo para las nuevas generaciones cuyos ideales se identifiquen con la construcción de una Patria libre, justa y soberana.
3- Sus más sinceras condolencias a la familia y amigos de la Sra. BLANCA DE CABO, quienes por estas horas sufren sin consuelo tan irreparable pérdida.-
FUNDAMENTOS.-
Sr. Presidente:
Nacida en Rosario, Provincia de Santa Fe, BLANCA de CABO fue una defensora acérrima del interés nacional, al que asociaba ineludiblemente con el interés de nuestro pueblo, y una amante de su Patria que es la nuestra, en la que conoció a Juan Domingo PERON aun antes que al Peronismo.
Con el entonces Coronel se identificó rápidamente, no solo por el amor compartido a la Patria sino también por su común afición por el deporte, siendo que su primer encuentro se produjo precisamente en el ámbito del Club Hípico Argentino.-
Ya por ese entonces el todavía Coronel Perón quedó impresionado por la mujer política que veía en ella, y en la que a la postre se convirtió, tan así que en una oportunidad BLANCA DE CABO le manifestó: “… Coronel, yo no soy política, yo amo a mi Patria y si hay alguien que es nacionalista, entonces lo sigo…”. Siempre recordaba que Perón hablaba mucho y bien; en otro de sus encuentros le remarcó “… Si Ud. obra como habla, un día en vez de ser Rosista voy a ser Peronista …”, manifestándole en varias ocasiones que era su deseo que el entonces Coronel siguiera la línea de nuestros próceres San Martín y Juan Manuel de Rosas .-
Es sabido que BLANCA fue en vida la compañera y esposa del dirigente Don ARMANDO CABO, al que conoció entre idas y venidas de su Ciudad natal y Buenos Aires; CABO fue uno de los fundadores del gremio metalúrgico, al que representó en los primeros encuentros de la recién fundada CGT .
Siempre recordaba que fue tan profunda la relación de su compañero ARMANDO COBO con el General Perón, que este le asignó el cuidado de la mismísima Evita para que la asista y acompañe en su tarea política cotidiana. “.. Sabia que iba a encontrar en él un hombre derecho, fiel y respetuoso con su mujer Eva Duarte de Perón, con la que estuvo poco más de cuatro años en forma ininterrumpida…”, declaró no hace mucho tiempo BLANCA DE CABO.
Su hijo Dardo Manuel Lito Cabo, quien también abrazó la cusa peronista, periodista y político, fue asesinado por la dictadura militar genocida a principios de 1977. Dirigió la revista El descamisado, y creó en 1961 el Movimiento Nueva Argentina (MNA).
Hoy Dardo Cabo, todavía es recordado por haber encabezado, junto a otros jóvenes militantes, el operativo Cóndor que se realizó en 1966 para reivindicar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.-
Como es sabido, dicho operativo consistió en el apoderamiento de una aeronave que aterrizó en las islas Malvinas, donde Dardo Cabo y el grupo que integraba, plantaron la bandera argentina e hicieron pie como reivindicación histórica, política y geográfica de los territorios irredentos usurpados por Inglaterra.
Volviendo a Blanca de Cabo, y en relación con su vida política, podemos resaltar que fue elegida por Perón desde el exilio como cuarta candidata a diputada para que acompañe a Frondizi; fue ubicada en ese cargo por su fidelidad y la confianza que Perón le tenia, pero ella lo convenció para que desista de esa designación ya que pretendía algo mas simple, y así fue que BLANCA DE CABO fue concejal, en el marco de unas elecciones nacionales en las cuales con la proscripción formal del peronismo, pero en base al pacto con Frondizi y la orden del General Perón para que se lo vote, aquel candidato alcanzó el triunfo .
Me tocó ser tratado por ella como un hijo, y no solo porque DARDO CABO así se lo pidió poco antes de su asesinato a manos del Terrorismo de Estado, sino porque su convicción justicialista y su incansable militancia hicieron que a mi profundo amor por esa mujer que consagró su vida a defender a los más humildes se sumara mi permanente y eterna admiración.
Con la muerte de BLANCA DE CABO no solo se va un ser querido. Parte un segmento muy rico de nuestra historia política, caracterizada y enriquecida por la pasión, la lealtad y el compromiso inclaudicable de quienes, como ella, advirtieron en las vísperas de la mitad del siglo pasado que un nuevo fenómeno se avecinaba, y que las características del mismo, nutrido del ‘subsuelo de la patria sublevado’-en términos de Scalabrini Ortiz-, merecía algo más que su adhesión.
Su pasión por la defensa de los más castigados y de los intereses nacionales y populares no cejaron, a pesar de la prematura muerte de sus seres más queridos, sino que muy por el contrario la mantuvieron enhiesta y vital hasta el último de sus días.
Por ello, este sentido homenaje al que invito a sumarse a mis pares con la aprobación de este proyecto.
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