Presentó un Proyecto de Resolución para repudiar declaraciones de Macri
“Usa un lenguaje propio de los golpistas”, expresó el Diputado.
El diputado nacional Juan Carlos Dante Gullo presentó hoy un Proyecto de Resolución para repudiar las “destempladas declaraciones de Macri” ya que “usa un lenguaje propio de los golpistas y evidencia su profundo desprecio por los principios de la democracia”.
El Proyecto fundamenta que este tipo de expresiones “retrotraen a épocas de terribles padecimientos, cuando se arrojaba ‘disidentes’ al mar”, ya que “se emparienta en demasía con ‘tirar por la ventana’ a un ex Presidente Constitucional, que actualmente es Diputado Nacional, Presidente del Partido Justicialista y Secretario General de UNASUR, como el Dr. Néstor Carlos Kirchner”.
Al respecto, Dante Gullo destacó que “Los vagones del tren de Macri estarán ocupados por los sectores minoritarios del poder concentrado” y “va a tirar por la ventana a los sectores más vulnerables y a los que no piensan como él”. Además, sostuvo que “Lo que Macri llama la nueva política no es más que un refrito de viejas recetas autoritarias, antipopulares y excluyentes, que el pueblo argentino ha repudiado con intensidad y convicción”.
En cambio, indica que “el ex presidente Néstor Kirchner representa al proyecto de crecimiento con inclusión y redistribución equitativa de la riqueza en beneficio de los que menos tienen”, mientras que “Mauricio Macri es el perfecto ejemplo del político gerenciador de los negocios de los grandes grupos de poder económico concentrado, que requieren de la represión para consolidar un proyecto político-económico que excluye a las mayorías”.
A continuación, el texto completo del Proyecto presentado:
P R O Y E C T O D E R E S O L U C I O N
RESUELVE:
1-Expresar su más enérgico repudio a las destempladas declaraciones del Ingeniero Mauricio Macri, a la sazón Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pronunciadas el 17 de Agosto de 2010, quien manifestó: “A este tren que hemos dejado pasar tantas veces y que hoy nuevamente está en la estación de la Argentina para que nos subamos, nos vamos a subir aunque tengamos que tirar por la ventana a Kirchner porque no lo aguantamos más", en referencia al ex Presidente Constitucional y actual Diputado Nacional y Presidente del Partido Justicialista, y al mismo tiempo Secretario de la UNASUR , Dr. Néstor Kirchner, evidenciando con sus desafortunados dichos, una vez más, su profundo desprecio por los principios que nutren a la democracia y por el respeto que merecen quienes han sido ungidos en sus cargos por decisiones emanadas de la voluntad popular, mediante la utilización de un lenguaje más propio de los golpistas que hoy forman parte de un pasado al que definitivamente no queremos, ni vamos a volver.-
2-Ratificar su profunda convicción en los valores fundantes del sistema político democrático, que privilegian la tolerancia, el respeto a las diferencias, la no violencia, la resolución pacífica de los conflictos, el pluralismo, la búsqueda permanente de consensos, y el respeto por el adversario político, y que rechazan categóricamente discursos ‘procesistas’ como los del Ingeniero Macri, reivindicativos de aquellos métodos habitualmente utilizados por los autócratas de turno, y en base a los cuales la eliminación física, - tirando al mar, por ‘otras ventanas’ de aviones y no de trenes, a aquellos que pensaban diferente - constituía una práctica cotidiana de la persecución ideológico- política y se convertía en la piedra angular de la violación masiva y sistemática de los derechos humanos que caracterízó al Terrorismo de Estado que asoló a nuestro país entre 1976 y 1983.
3-Exhortar al Jefe de Gobierno aludido, a que concentre sus esfuerzos en gobernar la CABA , absteniéndose de reincidir en manifestaciones como las que por el presente se repudian, y asuma, de una vez por todas, las responsabilidades inherentes a su cargo.
F U N D A M E N T O S
Sr. Presidente:
El ingeniero Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la CABA , ha incurrido una vez más en un exabrupto que no solo desdice todo aquello que alega defender, y que en realidad desprecia, sino que se da de bruces contra los valores y principios que nutren un sistema, como el democrático, que a todas luces lo incomoda y no le sienta bien.
Es imperioso dejar por sentado que los dichos de Macri son sinónimos de golpismo y que esas expresiones nos retrotraen a las metodologías y discursos propios de las dictaduras padecidas, cuando las minorías del privilegio y sus representantes civiles y militares, decían que había que entrar a la Casa Rosada y sacar a los presidentes constitucionales ‘a las patadas’, por que ya ‘no los aguantaban’.-
El Ingeniero Macri tiene que comenzar a gobernar de una vez por todas la CABA , tarea para la que fue votado –aunque no parece haberse dado cuenta-, y terminar con discursos de estilo ‘procesista’, por definición incompatibles con la democracia y el respeto por los derechos humanos, y con los que más allá de su ligazón material concreta o ideológica, nos retrotraen a épocas de terribles padecimientos, donde arrojar ‘disidentes’ al mar se emparenta en demasía con el comportamiento anunciado por aquel, de ‘tirar por la ventana’ a un ex Presidente Constitucional, actualmente Diputado Nacional, Presidente del Partido Justicialista y Secretario General de UNASUR, como es el Dr. Néstor Carlos Kirchner
Esta modalidad de manifestarse del ingeniero Macri nos retrotrae, como dijimos, a un oprobioso pasado y nos genera una legítima inquietud sobre los métodos que utilizaría si le tocara ‘subirse al tren’ nacional, como propugna, y comenzara ‘a tirar a la gente –que no piensa como él- por la ventana’, quedando en claro a quienes expulsaría de tal modo –los sectores más vulnerables-, y a quienes dejaría dentro de sus ‘vagones’- los sectores minoritarios de poder económico concentrado-.
El problema no sería tanto que se ‘suba al tren’ al que alude, sino que lo haga para excluir y reprimir a quienes e opongan a sus políticas neoliberales y para ‘tirar por la ventana’ a los dirigentes que, como el ex presidente Néstor Kirchner, cuando les tocó gobernar, -y tal como hoy continúa haciendo Cristina Kirchner- jamás utilizó la represión como política de Estado, ni arrojó al vacío a nadie, por ninguna ventana.
Este exabrupto incompatible con una mentalidad y comportamiento democrático no hace más que mostrar el rostro del verdadero y auténtico Macri: Un hombre profundamente antidemocrático y autoritario, que desprecia al adversario político y a la voluntad popular que lo erigió como primer mandatario antes, y como diputado nacional después, y que, de poder hacerlo, no dudaría, como impunemente afirma, en hacerlo desaparecer, si eso le garantizara su propio acceso al poder.
Como ya dijimos, y no nos cansaremos de reiterar, tal despropósito verbal no puede sino recordarnos tiempos nefastos de nuestro país, en los cuales, al amparo de la impunidad del Terrorismo de Estado, miles de personas privadas ilegítimamente de su libertad y que fueron víctimas de ‘ desaparición forzada’, fueron arrojadas vivas al mar en los tristemente ‘célebres’ vuelos de la muerte, llevados a cabo por la Marina , en tiempos en que esta Fuerza junto con el Ejército y la Fuerza Aérea se dividían las tareas de represión ilegal contra la sociedad argentina.
La inevitable asociación entre esta forma brutal de eliminación de quien piensa diferente al autócrata que detenta el poder ilegítimamente , y el hecho violento que imagina Macri con la inconfesada pretensión de sacar de carrera a uno de los candidatos con mayores posibilidades de ganar una próxima elección Presidencial, no hace más que confirmar los estrechos lazos ideológicos y metodológicos que el actual Jefe de Gobierno de la CABA mantiene con quienes ejercieron el Terrorismo de Estado en la Argentina en el período 1976/1983.
También ratifica las abismales diferencias de modelos que impregnan el pensamiento político de uno y de otro: Mientras el ex Presidente Néstor Kirchner representa al proyecto de crecimiento con inclusión y redistribución equitativa de la riqueza en beneficio de los que menos tienen, en el marco del desendeudamiento y la recuperación de la soberanía plena, Mauricio Macri es el perfecto ejemplo del político gerenciador de los negocios de los grandes grupos de poder económico concentrado, que de él se sirven, y que, más temprano que tarde, requieren de la represión para consolidar un proyecto político-económico que excluye a las mayorías y que responde a los dictados del neoliberalismo que caracterizó a los planes económicos de las dictaduras militares y de los gobiernos latinoamericanos de los ’90.
Los valores que nutren al sistema democrático, que Macri no comparte íntimamente, aunque en público quiera sostener en ocasiones lo contrario, se hallan relacionados con la tolerancia, el respeto a las diferencias, la no violencia, la forma pacífica de resolución de los conflictos, la búsqueda de consensos, el pluralismo y el respeto por la soberanía popular.
Si lo dicho por el mismo constituye, como sostienen las disciplinas que estudian el comportamiento humano, una suerte de ‘lapsus’ que devela el verdadero pensamiento de quien así lo manifiesta, no resultaría aventurado pensar cuán semejante a un Bordaberry o a un Fujimori - ex presidentes de Uruguay y Perú, respectivamente, que habiendo accedido al poder por el voto popular, luego defeccionaron de su compromiso democrático, cerraron el Congreso y gobernaron con el apoyo de las FFAA y los grupos concentrados de poder económico, con graves violaciones de los derechos humanos de la población- sería el actual Jefe de Gobierno de la CABA si le tocara alguna vez ejercer la máxima magistratura institucional en nuestro país, es decir, ser el ‘conductor’ del ‘tren nacional’..
Por fortuna, y más que eso, como consecuencia de su indefendible y lamentable gestión, dicha hipótesis parece cada vez más lejana, y es el mismo Macri quien cotidianamente le proporciona al cuerpo electoral las numerosas razones por las que claramente no debe ser votado.
La intolerancia de los que ‘no aguantan más’ a sus rivales políticos y proponen ‘arrojarlos por la ventana’, en lugar de discutir ideas, procurar consensos y, en última instancia, atenerse a la decisión emanada de la voluntad popular, no se compadece con las reglas de funcionamiento ni con la filosofía que caracterizan a la democracia.
Macri deberá abstenerse en el futuro de incurrir en tales despropósitos si realmente pretende que alguien pueda pensar seriamente que él es un dirigente apto para insertarse en el sistema político elegido por los argentinos y no que, como sus desorbitadas declaraciones parecen indicar, su fatuo llamado a la ‘nueva política’ no es más que un refritado de viejas recetas autoritarias, antipopulares y excluyentes, que el pueblo argentino ha repudiado con intensidad y convicción.
Por tales razones, solicito la aprobación del presente proyecto.
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